Ya se nota la alegría, ilusión y la
magia de la Navidad. Esta época del año es especialmente disfrutada y celebrada
por todos, pero sobre todo, por los niños. Por ello, no podía faltar la visita
de Papá Nöel a la guardería recogiendo sus más ansiados deseos.
Con el suave tintineo de una
campana nos alertamos de que Papá Nöel estaba cerca. Su trono le esperaba, los
niños se impacientaban y entonces... apareció: ¡HO, HO, HO! Caras de sorpresa,
emoción y también de susto. El primer impacto hizo mella, pero la dulzura de
Papá Nöel conquistó a los niños más desconfiados. Uno tras uno se sentaron
sobre su regazo del cual recibieron un detalle por ser tan buenos y obedientes.
Alguno le adelantó su carta de regalos (una Barbie, un huevo Kínder,...) Despedimos
a Papá Nöel ya que tenía mucho trabajo y muchas visitas que hacer. Esperaremos entusiasmados
al día 25 para disfrutar de nuestros merecidos regalos.
¡GRACIAS PAPÁ NÖEL Y
VUELVE PRONTO!
Gracias por llenar de ilusión el corazón de nuestros pequeños cada día.
ResponderEliminarQue guapos todos!!!mama de paula
ResponderEliminarCuánta razón Miriam, hay que aprovechar la inocencia de estos niños. ¡Que la magia no se pierda!
ResponderEliminarTenemos niños de anuncio. Muy guapos si, Laura.