A cada niño/a le ha tocado traer a clase un fruto característico del otoño, en clase los hemos puesto todos juntos para que pudieran compartirlos con sus compañeros y que cada uno cogiera el que quisiera. Tocar, oler, experimentar, es la mejor forma de aprender y a los/as niños/as les ha encantado poder descubrir estos frutos característicos de otoño. Esas caras de curiosidad son las que te alegran la mañana.
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